Nosotros como educadores nos enfrentamos a una realidad ineludible, que necesita pasar por la aplicación de programas de habilidades sociales e inteligencia emocional para nuestros alumnos/as.
La inteligencia emocional, según Goleman, nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos que tienen nuestros compañeros, tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el ámbito educativo y personal, favorecer la capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática, todo ello nos ofrecerá mayores posibilidades de desarrollo.
Muchos de los conflictos personales y grupales que ocurren en nuestras aulas surgen como respuesta a una inadecuada gestión de la resolución de problemas, así como a la baja capacidad de empatía de la que cuentan nuestros alumnos.
El Taller de Inteligencia Emocional y Control de Impulsos ha querido contribuir mediante el desarrollo de contenidos actitudinales, procedimentales y conceptuales hemos querido contribuir y favorecer al desarrollo de estas relaciones sociales adecuadas.
La inteligencia emocional, según Goleman, nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos que tienen nuestros compañeros, tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el ámbito educativo y personal, favorecer la capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática, todo ello nos ofrecerá mayores posibilidades de desarrollo.
Muchos de los conflictos personales y grupales que ocurren en nuestras aulas surgen como respuesta a una inadecuada gestión de la resolución de problemas, así como a la baja capacidad de empatía de la que cuentan nuestros alumnos.
El Taller de Inteligencia Emocional y Control de Impulsos ha querido contribuir mediante el desarrollo de contenidos actitudinales, procedimentales y conceptuales hemos querido contribuir y favorecer al desarrollo de estas relaciones sociales adecuadas.
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